Este proyecto nacido en Dinamarca en el año 2013, que es de lo más curiosa, pues se trata de unos pulpitos tejidos a partir de hilo natural de algodón, cuyos tentáculos ayudan a los niños prematuros a sentirse más seguros ya que les recuerda el cordón umbilical.
Los médicos confirman que, por estar en un ambiente más seguro, los prematuros consiguen regular mejor su respiración, mejores niveles de oxígeno en sangre y latidos cardíacos más regulares. Otro de los beneficios clave es que, al estar entretenidos con los tentáculos de estos pulpos, los bebes evitan tocar las sondas y así mantienen las vías conectadas a los monitores de soporte vital.
Yo quiero uno cuenta con pulpitos para bebés prematuros, con las características necesarias, materiales y medidas requeridas para ser compañeros de los bebés prematuros en su lucha.
